Ediciones del Trinche, editorial de la ciudad de Rosario acaba de editarme INSTRUCCIONES PARA PLASTIFICAR UN BAÑO, libro que reúne una serie de relatos inéditos (bueno, ahora ya ¡no!) Y la cosa es que estoy muy contento por este hecho, debo agradecer a Luciano García responsable del sello, a María García y Casandra Bösh quien escribiera un breve comentario para la contratapa de la publicación, seguidito a Meck también quien por estos días a dedicado parte de sus horas a elaborar el volante de promoción Este libro está dividido en tres partes, la terna está compuesta por una historia central que eslabona a las otras dos partes, un continuadísimo relato pero a la vez autónomo en cada capítulo. En fin, che…, ya pueden conseguirlo. Si están por Rosario en: Buchín Libros. Entre Ríos 735 o por mail a: lavoluntadejoder@gmail.com; en Córdoba en: El Baúl. Ayacucho 319 o por mail a: lealalocura@hotmail.com; acá en Mendoza a través de Panoramix de Zediciones por e-mail a: zediciones@yahoo.com o de última me pueden escribir un mail a: mxlney@yahoo.com.ar
A continuación el comentario de contratapa de Casandra Bosh:
La precocidad como lo precocido, lo crudo de estos dos relatos y medio en donde el asador argentino de clase media alta se mezcla con un sadismo standard, sin muchas pretensiones (y tienen un BB llamado asadismo) y la coprofilia con una novísima y original teoría cosmológica (y tienen un BB que se llama cosmofilia, una hija preciosa).
Todo sucede a puertas cerradas, en el interior de esas habitaciones secretas de las que todo el mundo conoce la existencia. El organismo y sus funciones, la mente del escritor y sus devaneos fuera de mercado, el vientre de la ballena y una lucha de vida o muerte que vale la pena dar cualquiera sea el resultado.
Habitación secreta que puede ser el cuerpo y sus funciones: las digestivas, las excretoras, las sensoriales, las sexuales.
Habitación secreta también, sótano o recámara fosca, de fotocopia o mimeógrafo, en donde dispone Marcelo Neyra sus operaciones de guerrilla sintáctica a todo residuo, a toda viruta.
Habitación secreta o noche oscura en donde cada uno, como dispositivo de enunciación colectiva, dispone de todos los elementos de su civilización, los rebaraja y se juega el alma en una postumidad incierta.
De resultas un peep-show triple que se despalabra, tentador/contranatura/chombi para retomar esa agradable sensación pecaminosa, de complacencia en la delectación en los universos B, en la literatura B, en la clase B, en las facturas B que tiene la clase de lectores que lee estos libros.
Todo a puertas cerradas, en la casa secreta o editorial del interior que se hace llamar: la tercera editorial más chica de la república de la cuarta. Sin caminos pavimentados, ni tragaluces de solar conversa.
Casandra Bösch
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